viernes, 18 de septiembre de 2009

"Coca Cola Zero" ¿refrescante o dañina?

Recientemente, el Ministerio de Salud de Chile informó que se “restringirá el uso de los edulcorantes” y se fijará “un límite máximo” en el caso del ciclamato de sodio, utilizado para endulzar bebidas, jugos, postres, yogures, dulces, queques, etc., etc. La norma entraría en vigencia a fines de octubre.

“Sólo se permite usar los edulcorantes no nutritivos en los alimentos para regímenes de control de peso; en los suplementos alimentarios y alimentos para deportistas; en los alimentos bajos en grasas y en los alimentos libres, bajos, reducidos o livianos en calorías”. Es decir, se seguirán usando, pero ahora aparecerán los edulcorantes en las etiquetas que nadie lee o casi nadie sabe interpretar.
En Chile se usan indiscriminadamente endulzantes artificiales: sacarina, aspartamo, ciclamato, acesulfamo, sucralosa y otros. Se fijará un límite máximo de consumo, pero ¿es eso suficiente para que nuestra salud no se vea afectada? La respuesta es no.
Según informa el Ministerio de Salud, se “reducirá” el uso del ciclamato de sodio, cuando debiera prohibirse. ¿Por qué? Veamos.
Se asegura en Chile que actualmente la ingesta diaria permitida es de hasta 11 miligramos por kilo de peso corporal. En octubre, la norma recomendada será de 7 mg/kg. Es decir, según el Ministerio de Salud, un niño de unos 20 kilos no debería consumir más de 140 miligramos por día. ¿Sabe Usted cuántos vasos de bebida, cuántos dulces, lácteos, cereales de caja, confites, refrescos, queques, snacks, néctares, galletas, mermeladas, gomitas, etc., etc, consumen sus hijos? ¿Sabe usted cuánto ciclamato, por ejemplo, consumen sus seres queridos, y usted, cada vez que se llevan un “alimento” a la boca?
Las niñas y niños, por su bajo peso, son los más expuestos a sobrepasar las cantidades “recomendadas” por las empresas de alimentos y algunos organismos de salud interesados más en las ganancias que en la salud de la población. Según estudios de nutricionistas y médicos verdaderamente preocupados de la salud y la nutrición, el consumo de aspartamo, por ejemplo, está asociado a cefaleas, pérdidas de memoria, irritabilidad, nerviosismo, alteraciones musculares, problemas neurológicos, etc. En el caso de la sacarina, se han registrado daños y efectos no deseados en el feto, enfermedades degenerativas, etc., por lo que no se “recomienda” en las embarazadas… Y con el ciclamato, se ha documentado la aparición de cáncer…
Según estudiosos y nutricionistas el consumo de esos aditivos causa graves problemas, sobretodo en los niños. No deberían permitirse. Además, el ciclamato está prohibido en Estados Unidos, Japón, Inglaterra, Canadá y varios países de la Unión Europea. En Chile no hay estudios para saber cuánto es lo que realmente consumimos. Es muy probable que excedamos la norma varias veces. Empresas como Coca Cola, Sucaryl, Regimel, etc., etc., siguen usando el ciclamato como endulzante en Chile y otros países, aprovechando la falta o debilidad de la legislación.
La refrescante Coca Cola Zero, que se vende en Latinoamérica -salvo Venezuela, que la prohibió hace algunos meses- contiene ciclamato de sodio, prohibido en Estados Unidos. Coca Cola es una transnacional de origen estadounidense.
El ciclamato se utiliza no sólo en bebidas, pasteles, postres y mermeladas. Lo ocupan todas las empresas de los llamados productos Light y productos Diet, y en las industrias de lácteos y farmacéuticas. Incluso está presente… en las pastas de dientes y productos diseñados especialmente para niños.
Coca Cola posee la autorización de los organismos de Salud para comercializar su bebida con ciclamato. Según la empresa, cuando se lanzó Coca Cola Zero al mercado chileno obtuvieron ventas un 78% más de lo que habían estimado. A sólo siete meses, ya era la segunda marca preferida.

Pero ¿qué es el ciclamato?

Es el ciclohexilsulfamato, también designado como E-952. Es un edulcorante no calórico 50 veces más dulce que otros endulzantes llamados por la industria de alimentos “bajos en calorías”. Aunque la FAO y la OMS avalan su uso, la FDA lo prohibió definitivamente en los años 80. Según el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos la ingesta diaria de ciclamato, “recomendada”, es de 11 mg/kg..
Coca-Cola Zero contiene, además, aspartamo (E-951) y acesulfamo-k (E-950) y, al contrario de lo que cree la mayoría, sí contiene calorías (0.5 kcal por 100 ml). Lo que ocurre es que en Chile y otros países la débil regulación local permite que etiqueten 0 kcal por 100 ml.
En Chile, Coca-Cola Zero fue lanzada en febrero de 2007, bajo el eslogan “El sabor de siempre, Zero azúcar”. En el último encuentro del Codex Alimentarius creado por la FAO y la OMS para unificar estándares alimenticios, Estados Unidos y Japón volvieron a ratificar sus aprensiones sobre el uso del ciclamato, aunque hay presiones para que la FDA lo incorpore nuevamente a su lista de “ingredientes permitidos”.
El ciclamato de sodio fue retirado de los alimentos en Estados Unidos el 1 de septiembre de 1969. El Laboratorio Abbottm, entre otros, desde 2003 intenta que se vuelva a permitir su uso. En 2006, Coca Cola consiguió que las autoridades de México permitieran la Coca Cola Zero que contiene clicamato. En México, Coca Cola realiza el 11% de sus ventas mundiales. Nutricionistas han señalado que las epidemias de obesidad, diabetes y enfermedades degenerativas, entre otras causas se deben al alto consumo de bebidas gaseosas y refrescos. México es el segundo productor de refrescos a nivel mundial.
Médicos y nutricionistas han advertido que el ciclamato, entre otros millares de químicos añadidos a “alimentos” sin la certeza total sobre sus posibles efectos, son peligrosos para nuestra salud. Algunos de estos aditivos son llamados “saborizantes”, lo que quiere decir que están dirigidos a crear una apariencia que no es tal en el producto y básicamente una adicción al sabor dulce que no tiene absolutamente nada que ver con la calidad alimenticia.
“Ninguna autoridad ha evaluado el efecto sinérgico de estos aditivos, es decir, qué impacto en la salud provoca el consumo de una mezcla de aditivos. Parece imposible hacer este tipo de evaluaciones por la cantidad de aditivos presentes en la comida”, señala Ecoportal. Según el Parlamento Europeo “el crecimiento del número de los aditivos utilizados en los alimentos significa una gran cantidad de pequeños riesgos acumulados para la seguridad de los alimentos que no es fácil evaluar y que puede crear efectos sinérgicos entre diversas sustancias. Debe limitarse el total de los aditivos autorizados para los alimentos”.
¿Sabe Usted qué le podría acarrear el consumo diario y la combinación de miles de químicos que ingiere? ¿Sabe Usted que cada año se introducen en los mercados miles de los mal llamados “productos alimenticios”, en bonitas y coloridas bolsas, con bellas formas y dibujos, con más sabores y más dulzor, con nuevos aditivos y muchos con nuevas combinaciones de aditivos, que actúan sobre nuestro organismo sin que aún sepamos exactamente de qué forma?
“Desde 1978 a la fecha, 35 aditivos que habían sido aprobados por las autoridades han sido prohibidos tras presentarse evidencia científica de sus efectos en estudios con animales. Es importante mencionar que estos estudios han sido, en la mayor parte de los casos, independientes, no realizados por las autoridades”, señala Ecoportal.

Más barato, mejor

“A diferencia de otros países, la comercialización de Coca Cola Zero con ciclamato generó un fuerte debate en México durante los años 2006 y 2007, indignados por el hecho de que su país fronterizo y sede de la multinacional considerase tóxico el edulcorante que incluían en el refresco distribuido en México. El diario El Universal, en agosto de 2007, señaló que ‘la Coca Cola Zero que se comercializa en España -y también en Chile- contiene un endulzante prohibido en Estados Unidos desde hace casi 40 años, pues puede tener efectos cancerígenos’”, señala el investigador Pascual Serrano, fundador de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad.
Un estudio que demuestra los efectos cancerígenos del ciclamato de sodio es: “Efectos del ciclamato de sodio en el hígado fetal de ratas estudios cariomético y estreológico”, publicado en septiembre de 2005 por el International Journal of Morphology. “’Los resultados mostraron que el uso del ciclamato de sodio en las ratas preñadas causó retardo en el desarrollo fetal e hipertrofia celular hepática en los fetos, sugerente de toxicidad en el hígado fetal de las ratas’, concluyó el análisis”, dice Pascual Serrano.
Pero el ciclamato “endulza” los productos hasta 600 veces más que el azúcar normal en combinación con otros compuestos. ¿Por qué lo siguen ocupando, se preguntará usted? Porque es más barato: mientras el aspartamo cuesta 152 dólares por kilogramo, el ciclamato vale solo diez dólares. Es un negocio.

Científicos y doctores en Química, Farmacia, Tecnología de los Alimentos y Biología que integran “Bioaplicaciones Alimentarias y Medioambientales”, especializados en tecnología de alimentos, control de calidad, análisis de riesgos y legislación, etc., señalan que “a partir de 1970, ante la sospecha de que podía actuar como cancerígeno, se ha prohibido su uso como aditivo alimentario en muchos países, entre ellos EEUU, Japón e Inglaterra. (…) El ciclamato no tiene la consideración universal de aditivo alimentario sin riesgos. Se han publicado trabajos indicando que, en animales de experimentación, dosis altas de esta sustancia actúan como cancerígeno y teratógeno, lo que significa que produce defectos en los fetos. También se han indicado otros posibles efectos nocivos producidos por su ingestión en dosis enormes, como la elevación de la presión sanguínea o la producción de atrofia testicular. Los datos acerca de su posible carcinogenicidad son conflictivos. El efecto cancerígeno no sería debido al propio ciclamato, sino a un producto derivado de él, la ciclohexilamina, cuya carcinogenicidad tampoco está aun totalmente aclarada. El organismo humano no es capaz de transformar el ciclamato en este derivado, pero sí la flora bacteriana presente en el intestino. El grado de transformación depende mucho de los individuos, variando pues también la magnitud del posible riesgo. (…) Esta sustancia tiene mayores riesgos potenciales en el caso de los niños, a los que están destinados muchos productos que la contienen, ya que en ellos la dosis por unidad de peso es evidentemente mayor, al ser ellos más pequeños. También sería más cuestionable su ingestión por mujeres embarazadas”.




Conspiración

En el area conspirativa, al investigar el etiquetado de algunos embases se puede apreciar la silueta de una de las torres gemelas de nueva York derrumbandose, y la muerte vestida con su atuendo caracterí­stico (traje negro y capucha) "pescando" muertos. Además se llama coca cola zero = Zona zero de nueva York...

Fuente: LaDiagonal.cl
Fuente, la conspiración: El otro lado / Foros.




WeAreChange NY: Craig & Luke protestan frente al apartamento de David Rockefeller

Juan Andrés Salfate: "Implementación del Microchip en Chile"

Juan Andrés Salfate nuevamente nos sorprende con una nueva conspiración, ahora nos explica sobre la implementación del Microchip en Chile y nos advierte que este tipo de acciones están en completa relación con el dominio global de la población mundial.

Parte 1:


Parte 2:

"Más de mil millones de personas pasan hambre en el mundo"


Es la cifra más alta de la historia. La ONU asegura que, con “menos del 1%” de las inyecciones que han hecho los gobiernos para salvar al sistema financiero, se podría resolver.

Más de mil millones de personas pasan hambre en el mundo, según dio a conocer esta semana el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que subrayó que se puede poner fin a esa realidad “cuando el mundo se tome el hambre en serio”.
“Este año tenemos más personas hambrientas que nunca”, explicó Josette Sheeran, directora del Programa Mundial de Alimentos, quien hizo hincapié en que “muchas personas se despiertan (en el mundo) y no cuentan ni con una taza de comida”.
La responsable del organismo humanitario de la ONU cifró en 1.020 millones las personas que pasan hambre, realidad que constituye una “receta para el desastre” y resulta “crítica para la paz, seguridad y estabilidad en muchos lugares del mundo”.
La vulnerabilidad de muchas personas, explicó Sheeran, se ha agravado por “dos tormentas que han coincidido y están golpeando”: la crisis financiera internacional y el encarecimiento de los alimentos.
La directora del PMA hizo un “llamamiento urgente” al G-20 para que ataje un problema que requiere algo más que “soluciones a largo plazo”.
“Con la Asamblea General de Naciones Unidas y la cumbre del G-20 en Pittsburgh (Pensilvania, EEUU) en el horizonte, los líderes mundiales tienen una oportunidad ideal para poner el hambre en el mapa”, remarcó.

“SE PUEDE DERROTAR AL HAMBRE”

Sheeran avisó que el Programa Mundial de Alimentos afronta “un grave déficit presupuestario”, pues este año sólo ha recibido 1.779 millones de euros de un total de 4.585 millones necesarios para dar de comer a 108 millones de personas en 74 países.
Sobre el terreno, esa falta de fondos se traduce en el recorte de programas que se están desarrollando en países como Guatemala, Kenia y Bangladesh.
La directora del PMA remarcó que, con “menos del 1%” de las inyecciones económicas que han hecho los gobiernos para salvar al sistema financiero global, se podría resolver la calamidad de millones de personas que son víctimas de la hambruna.
Pese a las adversidades, Josette Sheeran consideró que “se puede derrotar al hambre”, aunque esa victoria sólo se alcanzará “cuando el mundo se tome el hambre en serio”.

Fuente: El ciudadano