lunes, 4 de julio de 2011

"Cuencos tibetanos de sonido hacen levitar gotas de agua"

Una sublime metáfora se manifiesta con los sacros sonidos que generan los cuencos tibetanos: las gotas de agua levitan.

Los cuencos tibetanos son ancestrales instrumentos musicales que se utilizan en rituales en torno a la meditación budista. Generalmente están hechos a base de una aleación de cobre y se tocan al frotarlos circularmente. Se cree que su origen se ubica en una veta chamánica de una cultura pre-budista llamada Bon Po, con sede en los Himalayas.

A lo largo de la historia, al sonido emitido por estos cuencos se le ha atribuido propiedades francamente sanadoras. Por ello son utilizados en múltiples variaciones de sonoroterapia, ya que aparentemente las frecuencias que alcanza ayudan a restablecer un equilibrio en los cuerpos sutiles de nuestro organismo y trabajan activamente, a través de vibraciones, en órganos y huesos. Pero ahora investigadores de la Universidad de Leija, en Bélgica, han estado haciendo pruebas con estos cuencos y, entre otras cosas, lograron descubrir una nueva y espectacular propiedad: las peculiares ondas de sonido que generan estos instrumentos provocan que gotas de agua leviten.

Al agregar agua a los cuencos y frotarlos para que generen sus inigualable sonido, se produce un increíble fenómeno: el frotamiento provoca una deformación microscópica de la superficie del cuenco, misma que provoca una cierta presión en el aire y en el agua. Las ondas en el aire corresponden al sonido y ocasionan que las ondas de agua giren en forma circular. Y si están suficientemente excitadas, éstas se rompen y liberan pequeñas gotas, que eventualmente, en una mística sincronía de variables en las fuerzas naturales en acción, comienzan a levitar (suspenderse momentáneamente en el aire).

Pero tal vez lo más curioso es que este fenómeno físico de alguna manera manifiesta un ejercicio sincrometafórico, ya que la práctica de la meditación tibetana, la cual se acompaña en muchas ocasiones del sonido de estos cuencos, comparte esencialmente la naturaleza de las gotas de agua levitando: ligereza, discreción y elegancia.

Fuente 1: New Scientist
Fuente 2: PijamaSurf


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