Aunque podría tratarse de una burda estrategia para desacreditar a WikiLeaks, algunos sugieren que esta organización es parte de una sofisticada operación encubierta, diseñada por la CIA para desinformar a la población mundial.
En enero de 2007 un miembro importante de WikiLeaks, John Young, quien actualmente encabeza el sitio cryptome.org, renunció a la organización alegando que se trataba de una operación encubierta de la CIA. Por otro lado algunas fuentes de inteligencia de diversos países asiáticos han sugerido la posibilidad de que "WikiLeaks está operando una campaña de desinformación, alegando persecución de las agencias estadounidenses de inteligencia, pero realmente pertenece a esas mismas agencias". De hecho no deja de llamar la atención que esta organización dedicada a filtrar información confidencial sea respaldada por gente como George Soros, y que haya logrado en tan poco tiempo convertirse en un protagonista del actual escenario geopolítico, en buena medida con la ayuda de medios informativos del mainstream, los cuales parecen proteger y alimentar la presencia de WikiLeaks.
Esta hipótesis apunta a que a fin de cuentas los secretos revelados por la organización están cuidadosamente seleccionados de acuerdo a una compleja agenda, pero que a fin de cuentas los hechos más significativos, que realmente revelarían los intereses de la élite geopolítica son simplemente mantenidos en la sombra, por ejemplo la necesidad de Estados Unidos de que Pakistán continúe apoyando a los talibanes para mantener a flote la supuesta guerra de Afganistán, la cual forma parte de un mega show bélico destinado a lucrar del tráfico mundial de heroína y a mantener activa la economía de guerra estadounidense.
En enero de 2007 un miembro importante de WikiLeaks, John Young, quien actualmente encabeza el sitio cryptome.org, renunció a la organización alegando que se trataba de una operación encubierta de la CIA. Por otro lado algunas fuentes de inteligencia de diversos países asiáticos han sugerido la posibilidad de que "WikiLeaks está operando una campaña de desinformación, alegando persecución de las agencias estadounidenses de inteligencia, pero realmente pertenece a esas mismas agencias". De hecho no deja de llamar la atención que esta organización dedicada a filtrar información confidencial sea respaldada por gente como George Soros, y que haya logrado en tan poco tiempo convertirse en un protagonista del actual escenario geopolítico, en buena medida con la ayuda de medios informativos del mainstream, los cuales parecen proteger y alimentar la presencia de WikiLeaks.
Esta hipótesis apunta a que a fin de cuentas los secretos revelados por la organización están cuidadosamente seleccionados de acuerdo a una compleja agenda, pero que a fin de cuentas los hechos más significativos, que realmente revelarían los intereses de la élite geopolítica son simplemente mantenidos en la sombra, por ejemplo la necesidad de Estados Unidos de que Pakistán continúe apoyando a los talibanes para mantener a flote la supuesta guerra de Afganistán, la cual forma parte de un mega show bélico destinado a lucrar del tráfico mundial de heroína y a mantener activa la economía de guerra estadounidense.
WikiLeaks se define a sí misma como "una organización multi jurisdiccional para proteger a disidentes internos, filtradores de información, periodistas y blogers que enfrentan amenazas legales o de otro tipo por publicar información, cuyo interés principal es exponer regimenes opresivos en Asia, el antiguo bloque soviético, África subsahariana, y el medio oriente, pero asistimos a la gente de cualquier otra nación que quiera revelar comportamientos no éticos de gobiernos y corporaciones. Y apuntamos a lograr el máximo impacto político posible." Sin embargo existe un reporte elaborado por el controversial periodista radicado en Washington, Wayne Madsen, que revela una aparente afiliación de Wikileaks como parte de una operación oculta de la CIA. En el reporte se denuncia a WikiLeaks como parte de la estrategia de espionaje digital de Estados Unidos e Israel, operada por la CIA y el Mossad respectivamente, y como fuentes cita a comunicados de las agencias de inteligencia en China y Tailandia. En particular China sospecha que la organización tiene conexiones con el Mossad.
WikiLeaks está íntimamente involucrado con una operación de 20 millones de dólares de la CIA en la que disidentes chinos que viven en Estados Unuidos hackean constantemente computadoras del gobierno de China. Este grupo de hackers simulan ataques informáticos a redes del ejército estadounidense, supuestamente provenientes e China, para que luego el gobierno de Estados Unidos pueda denunciar ciber ataques por parte del gigante asiático. Esta supuesta amenaza justifica el aumento en el presupuesto de ofensiva y defensiva de Estados Unidos y siembra el miedo de organizaciones públicas y empresas en este país que eventualmente se cobijan bajo el gobierno. Para reforzar su hipótesis, Wayne Madsen advierte que uno de los miembros del consejo de WikiLeaks, Ben Laurie, es un programador y experto en seguridad cibernética que trabaja para Google, empresa que recién firmó un acuerdo de cooperación con el conglomerado de agencias de inteligencia estadounidense, la Agencia Nacional de Seguridad (NSA).
También de acuerdo a las fuentes de inteligencia de Asia que han filtrado información a Madsen, la CIA se molestó con WikiLeaks luego de que se enterará que la organización también estaba colaborando con la agencia israelí de el Mossad. Ello motivó que la CIA suspendiera momentáneamente el otorgamiento de fondos a WikiLeaks y por esa razón uno de los fundadores que se presenta bajo el alias de Daniel Schmidt, decidiera mover la operación central de la organización a Bélgica y Suecia.
Por otro lado existen rumores de que George Soros, el viejo lobo de la especulación financiera y uno de los hombres más poderosos del mundo, podría también estar fondeando la operación de Wikileaks. Supuestamente cuando el senador estadounidense Norm Coleman se opuso al nombramiento de Mark Malloch como presidente del Banco Mundial, a quien Soros apoyaba, el magnate húngaro pidió a Daniel Schmitt que hackeara la lista de seguidores de Coleman, robando los datos bancarios y sus domicilios para luego publicarlos en el sitio de wikileaks.org. Esta movida eventualmente costaría a Coleman su reelección frente al demócrata Al Franken, otro de los protegidos de Soros. Además, de acuerdo a esta misma versión Soros estaría promoviendo el movimiento de la base central de operación de WikiLeaks hacia Islandia, país que por un lado se perfila como uno de los mayores protectores de activistas en internet, y que por otro lado su sistema bancario que se encuentra en plena recuperación tras la crisis de 2008 parece el terreno ideal para que el húngaro instale algunos millonarios negocios mientras que WikiLeaks se mantenga cerca de él y pueda continuar sus operaciones desde la tierra del hielo.
Por otra parte el presidente de Irán, país que se ha visto involucrado en los cables filtrados, donde se menciona presión del rey de Arabia Saúdita y de Israel para atacar a Irán, ha declarado a la BBC, que considera que WikiLeaks es solo propaganda y se trata de una guerra psicológica en contra de su país. "No creemos que la información haya sido filtrada. Creemos que fue organizada para ser publicada en una base regular para lograr ciertas metas políticas", dijo a la BBC.
Finalmente, dentro de las múltiples acusaciones que acusan a WikiLeaks de estar aliado con la CIA y otras agencias de inteligencia, se presentan una lista de mails de un importante ex miembro de la organización, John Young, en donde Además asocia a Wikileaks con la mafia rusa del Phishing cuyo epicentro se encuentra en Israel y supuestamente es operada por un grupo de judíos rusos.
Con la enorme turbulencia generada por la última publicación por parte de WikiLeaks, que incluye una gran cantidad de cables diplomáticos de funcionarios estadounidenses que revelan “chismes geopolíticos” algunos relevantes y otros meramente entretenidos, lo cierto es que el escenario resulta un poco confuso. Y aunque todos estos rumores bien podrían ser parte de una burda estrategia para deslegitimar a WikiLeaks, lo cierto es que nada es suficientemente disparatado para ser descartado per se, y no sería la primera vez que termina por comprobarse que un organismo o movimiento aparentemente contracultural en realidad forma parte de la misma agenda a la que supuestamente combate.
Así las cosas, lo mejor sería estar pendiente del desarrollo de todo este fenómeno wikilikeano y ejercer nuestra capacidad de análisis a partir de una postura un tanto escéptica frente a cualquiera de los protagonistas. Y más allá de que WikiLeaks sea o no parte de una operación encubierta de la CIA, lo cual tal vez ni siquiera importe, parece innegable que el contemplar esta posibilidad representa un ejercicio sano para encarar la realidad sobreinformada que nos ha tocado vivir en la actualidad.
Fuente: Pijamasurf
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