viernes, 29 de octubre de 2010

"La tercera dimensión podría ser sólo una ilusión óptica"

Para sorpresa de nuestra psique cultural astrofísicos plantean la posibilidad de que la tercera dimensión no sea más que una ilusión holográfica.

Un nuevo planteamiento pone en jaque una vez más la estabilidad de la psique cultural de la sociedad contemporánea. Y ahora toca el turno al nuestro viejo y querido concepto de la tercera dimensión, emblemático elemento en nuestra relación con el espacio desde hace algunos siglos pero cuya existencia real hoy esta en duda. Partiendo de que esta dimensión no es más que una ilusión holográfica que hemos alimentado culturalmente guiados por una ciencia limitada, un equipo de astrofísicos y expertos en otras ramas del Fermilab (Fermi National Accelerator Laboratory), con sede en Chicago, se ha propuesto comprobarlo.

Pero la idea que propone un modelo holográfico para entender el universo no es nueva. Gente como David Bohm, Stanislav Groff, y Gregory Bateson, entre otros, ya han jugado con la posibilidad de que el diseño universal se manifieste a través de este mágico esquema, así como el de la mente y la conciencia del ser humano:


La teoría del universo como un holograma es predicada a partir de la idea de que el tiempo-espacio no es perfectamente estable sino que muestra irregularidades, o se pixelea por decirlo de un modo más digital, entre más nos acercamos, como una especie de fotografía en baja resolución. Esta premisa también fue planetada por Mandelbrot, el creador de la teoría de los fractales, quien descubrió este extraño comportamiento del universo físico gracias a su intento de medir la costa británica como si fuera un elemento estático. Experimentos recientes en el campo de las física de los hoyos negros han evidenciado que la naturaleza del universo bien podría tratarse de una especie de replicador de ecos holográmicos y en ese sentido que lo que consideramos como "la realidad" no ser más que una emanación fantasmagórica.

De acuerdo con esta misma teoría, el universo existe sólo en dos dimensiones. Mientras que lo que hemos considerado como la tercera dimensión no es más que una ilusión generada por un diálogo entretejido por la relación del tiempo y la profundidad. Sin embargo, no podemos percibir esta falsa existencia de la tercera dimensión pues aún no hemos desarrollado algo que supere la velocidad de la luz e instrumentos que puedan medir sus, aún misteriosos, límites.

Así que ahora, respondiendo al reto de comprobar la naturaleza ilusoria de la tercera dimensión y de prácticamente todo lo que concebimos como real, el equipo de Fermilab, encabezado por el astrofísico especialista en partículas, Craig Hogan, ha comenzado a trabajar en la creación del reloj más preciso que jamás haya construido el ser humano, herramienta que podrá hacer un zoom con tal profundidad en el tiempo que permitrá observar su ruptura con lo cual podría afirmarse que nada de lo que conocemos en el plano físico es real. Lo anterior comprobaría la "falsedad" de la tercera dimensión ya que si esta es un holograma producido por tiempo y perspectiva, su pudiésemos observar el límite del tiempo utilizando un holómetro, algo que jamás alguien ha logrado, podríamos presenciar la mística fragmentación del holograma que todo lo engloba.

Fuente 1: Talking Skull
Fuente 2: Pijamasurf

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