El telescopio Herschel ha ubicado una estrella que produce enormes cantidades de agua, lanzando moléculas de H2O al espacio y posiblemente esparciendo las semillas de la vida en mundos distantes.
Una estrella que es una especie de poderoso ojo de agua espacial ha sido encontrada por el telescopio Herschel a 750 años luz de distancia en la constelación de Perseo. La joven estrella es del mismo tipo que nuestro Sol y escupe el equivalente al Amazonas cada segundo a una velocidad de 124 millas por hora (hasta 80 veces la velocidad de una bala: chorros letales de vida).
Ya que los investigadores buscan señales de vida en el universo basándose en el paradigma de ubicar las condiciones propicias para la generación de ésta según el modelo de la Tierra, descubrir la presencia masiva del líquido vital es una buena noticia para la exobiología. El descubrimiento indica que protoestrellas son las encargadas de distribuir H2O a lo largo del universo, inseminando potencialmente otros mundos. Tal vez nuestro Sol también pasó por una etapa formativa en la que disparó agua de su omphalos astral, simentando nuestro sistema con las condiciones que darían lugar a la vida.
El telescopio Herschel observó indicadores de hidrógeno y oxígeno en la luz proveniente de esta estrella y siguiendo los rastros encontró que estos átomos están formando agua alrededor de la estrella. Estas moléculas están siendo inyectadas en la forma de chorros de gas emanando de los polos (el calor y la presión vaporizan el agua en chorros de gas).
Como siempre, la complejidad del universo y la máquina mágica que permite la evolución de la vida contiene una alta dosis de poesía. Esta vez encontramos estrellas que hacen agua, como géisers de luminosas eyaculaciones, regando en la noche del espacio su firma divina.
Fuente 1: Pop Sci
Fuente 2: PijamaSurf
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