viernes, 1 de abril de 2011

"Magallanes: Impactante hallazgo de 20 lobos marinos muertos en centro de cultivo universitario"

20 cachorros de lobos marinos lactantes muertos, incinerados y enterrados ilegalmente en las instalaciones del centro de cultivo marino de la Universidad de Magallanes, renueva las críticas a los permisos de caza y exportación entregados a partir del 2009 por la Subsecretaría de Pesca (Subpesca) a empresas nacionales de dudosa solvencia técnica y financiera. De acuerdo a la ONG Ecocéanos, éstas actuarían como parte de un engranaje internacional que involucraría a acuarios y zoológicos, principalmente asiáticos.

La veintena de crías lactantes de un mes de vida, muertas por inanición, eran parte de un grupo indeterminado de lobos marinos comunes (Otaria flavescens) cazados por la empresa Pesquera Melinka en una lobería reproductiva desconocida a la fecha.

La información, difundida por Ecocéanos, cuestiona el cómo se entrega la autorización a una empresa pesquera de carácter familiar, cuyo rubro habitual no es el lobo, responsabilizando al subsecretario de Pesca, Pablo Galilea (Resolución Exenta 3.640 del 2 de diciembre del 2010), por ésta, que concluyó con la muerte de los ejemplares.

Aunque dicho permiso autorizaba a Melinka para capturar 30 ejemplares juveniles de lobo común, se encontraron 20 crías de lobos marinos de un mes de vida y con un peso menor de 10 kilos, cuya caza no estaba autorizada y que no sobrevivieron por la ausencia de sus madres.

Los lobos fueron trasladados al centro de cultivo marino de la Universidad de Magallanes (Umag) el 20 de febrero, ubicado a 25 kilómetros al norte de Punta Arenas, donde permanecieron sin alimentación durante 10 días.

La falta de asistencia veterinaria en un lugar no habilitado oficialmente, violaba los términos de la autorización, que señalaba que “los ejemplares serán mantenidos durante el período de adaptación al cautiverio y previo a su comercialización en el lugar que el requirente tiene construido en pasaje Miramar N°11.563, sector Pampa Alegre, Punta Arenas“.

Finalmente se constató que los 20 ejemplares muertos habían sido enterrados ilegalmente en dicho centro, e incluso una parte de ellos mostraban evidencias de que se habría intentado incinerarlos, ya que algunas crías estaban semi carbonizadas.

Juan Carlos Cárdenas, director del Centro Ecocéanos insiste en que “¿Cómo es posible que veinte ejemplares ilegalmente capturados hayan permanecidos clandestinamente casi medio mes en un recinto universitario, y ninguno de los administradores del centro de la Umag o los funcionarios de Sernapesca -que se supone supervigilaban el proceso-, se hayan enterado?”

REACCIONES

Tras el hallazgo, llegaron hasta el centro de acuicultura autoridades regionales sanitarias, medioambientales, de Sernapesca y la Armada, así como efectivos de la Brigada de Investigación Criminal de Punta Arenas (Bicrim), que hicieron un levantamiento fotográfico y planimétrico, junto con informar del hecho a la Brigada Investigadora de Delitos Medioambientales de Santiago. Tanto las autoridades sanitarias como la Fiscalía local dispusieron investigaciones.

Por su parte, el concejal por Punta Arenas, Mario Pascual Prado señaló en Prensa Austral que “lo único que harán es multar a la pesquera Melinka, cuya dueña o administradora, Verónica Saldivia Saldivia, da la casualidad que además es, o ha sido funcionaria de la Universidad de Magallanes, dando clases”.

Pascual señaló que estudia presentar acciones legales y acusó al Gobierno y al intendente suplente, Pablo Ihnen, de haber estado “tapando” la situación.

Al respecto el aludido indicó que “es una situación que se está investigando y estamos viendo qué es lo que sucedió. El Gobierno obviamente no quiere tapar ninguna situación y para eso están los organismos que están fiscalizando”.

Por su parte, el director del Instituto de la Patagonia de la Umag, Carlos Ríos, se mostró sorprendido por la noticia, asegurando al mismo medio citado más arriba que “no hay proyectos de investigación con mamíferos marinos”.

Añadió, además, que se enteró del tema por televisión y no maneja mayores antecedentes. “Se está investigando si es que existe alguna relación con personal de la Universidad, pero yo descarto completamente que alguien del Instituto esté vinculado a ello”, sentenció.

Según Ecocéanos, detrás de esta frustrada y destructiva operación de caza, transporte y comercialización de lobos marinos en Magallanes estaría la presencia de financistas de origen ruso, ya que la empresa pesquera que aparece como titular del permiso no contaría con la experiencia técnica, recursos ni la infraestructura y conocimientos para realizar operaciones de tráfico de mamíferos marinos a nivel internacional.

Por Cristóbal Cornejo

Fuente: El Ciudadano

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